Sin duda alguna el impacto Covid19, generó un acelerado proceso de cambio en el desempeño de las gestiones profesionales del corredor o agente inmobiliario, no es necesario hablar de un nuevo paradigma, sino más bien, es conveniente indicar que, de un modo disruptivo se logró afianzar un modelo de gestión en soporte digital, que adapta y dinamiza el desarrollo de la función profesional en su amplia gama de productos y servicios inmobiliarios.
La presencia de las tecnologías para la información y la comunicación (TIC) fluyen constantemente desde todos los ámbitos, tanto privados como públicos, donde se integra de modo reciproco un sistema online de atención, información y gestión profesional. Asimismo, las tecnologías evidenciadas en innovados hardware y software, actualmente coadyuvan al desarrollo de los servicios profesionales y, son prácticamente ineludibles en la gestión.
En esta revolución tecnológica digital, podemos apreciar un management que despliega eficiencia y competencia activa, donde de una manera exponencial, desafía los límites de tiempo y espacio entre intermediarios, vendedores y compradores, ya que en todo momento y en cualquier lugar, puede desarrollarse una gestión en negocios de bienes raíces. Sin discriminar target social, ni poder adquisitivo, la información llega de variadas maneras dentro de la red de internautas.
El modo eficiente de gestión avanza desde la organización interna de la oficina o empresa inmobiliaria con la aplicación de sistemas operativos que ejecutan los profesionales pasando por el desarrollo de una estudiada publicidad para la web y la concreción de un negocio inmobiliario de manera virtual, ya sea, dentro o fuera de la plaza comercial donde cotidianamente trabaja.
Las TIC son herramientas que facilitan la interacción entre la empresa inmobiliaria y el comprador en el sector del real state (Fuente imagen: freepick.es)
Podemos abordar dentro de los distintos planes de trabajo las siguientes alternativas digitales de impacto, entre otras:
1. El impacto de startups que desarrollan gestiones operativas en la empresa u oficina inmobiliaria, coordinan tareas administrativas internas entre las distintas áreas de trabajo, llevan adelante asientos cronológicos con registro de gestiones más sus respectivos mensajes de alertas sobre plazos a cumplir, vencimientos y comunicación inmediata al cliente, archivo de documentación (contratos, imágenes, videos, etc.), procesos de información de valores del mercado, vínculos con estadísticas oficiales y particulares, entre otros.
2. Asimismo las reuniones virtuales mediante video-conferencias programadas, mantienen un vínculo interactivo de temáticas que sustentan labores sobre el servicio profesional inmobiliario. E inclusive pueden concretar negocios y generar documentación de relevancia, la firma digital, los códigos QR, la facturación electrónica, entre otros, son efectivos asistentes digitales que coadyuvan en la gestión administrativa.
3. Conformar una “big data” que evidencie una fuente de información importante, de antecedentes contractuales, resoluciones ministeriales o judiciales, leyes u ordenamientos que impacten sobre derechos reales o negocios inmobiliarios, y de igual modo, información económica y financiera que se refiera al productos y las posibilidades adquisitivas en el mercado. Asimismo, también se puede introducir información técnica empírica que detalle características de bienes raíces en la barriada, ciudad, Estado; incorporar datos comparativos y cotizaciones de costos de construcción y mano de obra, entre otros. El historial de la información, también permitirá a la oficina o empresa inmobiliaria tomar ciertas previsiones ante los distintos asesoramientos de inversión inmobiliaria, evidenciando un alto nivel competitivo por contar con la información esencial.
4. La cadena de bloques o blockchain en el ámbito inmobiliario, también ofrece un espacio sistematizado donde de manera concatenada dinamiza gestiones y almacena resultados. Asimismo, dentro del mismo ciberespacio, interactúa la tokenización que permite brindar información privada en resguardo para habilitar el circulante de moneda u otra documentación confidencial. Asimismo, hoy podemos ver en acción el empleo de la criptomoneda dentro de los espacios de negociación, ya sea sobre operaciones directas o indirectas, según el negocio presentado; es decir, directamente para adquirir un bien raíz (producto) o bien, para ingresar en un proyecto de inversión mediante crowdfunding para un pozo financiero de fideicomiso inmobiliario, a modo de ejemplo.
El uso de modelos en 3d facilita la presentación de espacios en forma virtual cuando no es posible visitar el inmueble (Fuente imagen: freepick.es)
5. También los “tours virtuales” que de modo remoto -sin condicionamiento de tiempo y espacio- exponen el producto, siendo una experiencia positiva para el intermediario, propietario y consumidor, al poder evidenciarse las características de la oferta; asimismo, se pueden complementar estas gestiones con streaming, zoom, etc. con la finalidad de ampliar información y aclarar dudas. También debemos considerar las posibilidades que permiten los drones, al poder captar y compartir imágenes desde los exteriores de la propiedad, una vista panorámica que le permite al interesado en consumidor productos inmobiliarios variadas perspectivas del inmueble y el lugar de ubicación.
El modo de gestión inmobiliaria tradicional se ha reinventado y lleva adelante un proceso continuo de adaptación a las innovadoras circunstancias que presenten las tecnología digitales, por lo que sin dudar la evolución no se detiene. El desafío está en manos del profesional del corretaje inmobiliario en captar y aplicar las herramientas oportunas para llevar adelante el negocio de bienes raíces.
Marcela Agustina Ibáñez
Martillera, Corredora Inmobiliaria y Perito Tasador
Docente en la carrera de Martillero, Corredor Público y Corredor Inmobiliario
Universidad Siglo 21 – Córdoba Argentina
Integrante de Inter>ProValues - Appraisal Development and Research
